No han descubierto América, ya lo sé; ni han subido de rodillas el Everest. Pero creo que ha hecho un buen trabajo. Me refiero a George Martin (creo que su hijo le ha echado una mano). Como digo, no es nada del otro viernes, más que nada porque es algo de hace 40 años. Pero tengo que reconocer que está currado. Muy bien.
El disco contiene 26 canciones. Pero supongo que sólo será por cuestiones técnicas, porque en realidad es una única canción. No hay silencios. Para escucharlo de una sentada, vamos.
Lo que han hecho ha sido mezclar. Han cogido canciones y las han mezclado. El principio de una, el final de otra, un acorde, una batería, un coro, una letra. En fin, muy bien mezclado.
Sólo voy a mencionar algunas partes que me han llamado muchísimo la atención y que en algunos casos me han dejado un pelín flipadilla:
El track que lleva por nombre Get Back, se inicia con el primer acorde del A hard day’s night, y la batería inicial del The End. Entonces entra el Get Back, que termina con unos violines surrealistas y enlaza con el siguiente track, el Glass Onion. Este enlace se hace sin que en ningún momento se altere un ápice el ritmo que lleva la canción. En el Glass Onion podemos oír algo del Hello Goodbye y las trompetas del Penny Lane.
La siguiente es Eleanor Rigby, dando protagonismo absoluto a los violines, los chelos y la voz de Paul (voz doble muy bonita). Esta canción termina con los primeros acordes de Julia, entre los que se pueden oír de lejos la voz y la risa de un niño y seguidamente la inquietante sirena de lo que parece que es un coche de bomberos, aunque igual es una ambulancia; y ruidos desconcertantes que dan lugar al I am the Walrus.
El Drive my car en un momento determinado se mezcla con el What are you doing y The Word, terminando con el Bip, Bip, yeah!
El final del Something se une con el principio del Blue Jay Way, y de fondo, muy de fondo, se puede oír la letra del Nowhere man. Se funde con el For the Benefit of Mr. Kite, que termina con el repetitivo acorde final del I want you.
El track que lleva por título Lady Madonna se inicia con la batería del Why don’t we do it in the road?, le siguen las “trompetillas raras” del Lady Madonna y se mezcla magistralmente con el Hey Bulldog.
El Revolution no termina porque se une al Back in USSR como si fueran una sola.
En fin, fácil, muy fácil de escuchar. Sobre todo si te gustan The Beatles. Porque realizas un bonito ejercicio de identificación de canciones, a veces difícil porque aparecen mezcladas y al mismo tiempo.
Creo que cualquiera disfrutaría y mucho.
fuente:
El love de los beatles
http://cangrejoermitano.lacoctelera.net/post/2006/11/29/love-the-beatles
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